El sonido de la Valvula

Pasaron casi 30 años antes de que volviese a descubrir el encanto del sonido termoiónico. Aficionado a la electrónica y a escuchar música de todo género, tarde tiempo en re-encontrar la magia del sonido de las válvulas. Digo re-encontrar porque a principios de los 80, siguiendo las lecciones de un curso de ERATELE monté el primer amplificador de potencia monofónico con una EL84. Recuerdo que aquel sonido me impresionó.

Más recientemente, alcabo de una mudanza, mi moderno equipo de HIFI me decepcionaba. Quizás las nuevas dimensiones y el aún escaso amueblamiento en el nuevo piso causaban alguna resonancia que hacía imposible disfrutar de la música. Un amigo me aconsejó que probara a cambiar el amplificador (lo último de lo que yo hubiese sospechado). Me habló del UNISON S2K, el cual llegué a tener durante un fin de semana a título de prueba, y del que quedé encantado a pesar de sus 25Kg de peso y de su precio.
El UNISON volvió a la tienda en espera de una mejor coyuntura pero dejándome infectado con el virus termoiónico. Fué entonces que la existencia del 'pequeño' amplificador de ERATELE que aún debería existir, volvió a mi memoria. Dí con él, lo reconstruí y lo intercalé en mi cadena HIFI. Este sencillo amplificador con su limitada potencia de 3W y su rudimentario circuito volvió a impresionarme. El amplificador ONKYO de 70W por canal, hasta entonces en uso, no era capaz de reproducir la música tan vivamente, con tanta dinámica y espontaneidad como lo hacía este. Olvidé el UNISON y decidí fabricar algo yo mismo.

Buscando esquemas en el web, dí con las páginas del maestro Mizushima, también conocido como Lagarto san. En ellas encontré el esquema del que sería mi primer projecto de amplificador a válvulas estereo de alta calidad. Semanas después de haber construido el amplificador, que con creces superaba al de ERATELE, seguía tan admirado con el sonido del mismo, que sentí el impulso de expresarle mi agradecimiento al señor Mizushima. De ahí surgió una fértil correspondencia. El maestro Mizushima me aconsejó y alentó a adentrarme en el mundo de los amplificadores a válvulas por le que le estoy sinceramente agradecido. La mayoría de los projectos que aquí presento, no hubiesen sido posibles sin su desinteresado apoyo.

Debo anotar que en cuanto a la reproducción musical de 'conservas', yo no persigo ningún ideal de perfección calificable objetivamente. Creo que aún respetando el valor de las medidas a las que usualmente se someten los amplificadores a la hora de ser calificados, el oido del audiofilo es el que debe regir.


Carlos Durandal, a 3 de Abril de 2010